Ejército silencioso.
Artículo inspiracional.
Mildred Heredia
2/21/20242 min read


Vi saltar a ese ballenato múltiples veces enmedio de la bahía, explorando y diviriténdose sin ninguna preocupación. Y mientras capturaba esos momentos con mi cámara fotográfica, un pensamiento cruzó por mi mente: este bebé vivirá aproximadamente unos 70 años. O al menos esa es la expectativa. Cuando yo envejezca y me convierta en abuela, este bebé estará en la etapa final de su vida, posiblemente incluso con descendencia y nietos propios. Me gusta pensar que mis nietos conocerán a los suyos. Me gusta pensar que las cosas serán distintas para ellos. Que los humanos y el océano estarán más unidos y tendrán una relación más saludable y armoniosa.
Quiero que las generaciones futuras sepan qué se siente que una ballena te salpique agua cada vez que respira. Cada vez que salta. Quiero que experimenten esa profunda conexión de tener un tiburón ballena mirándoles directamente a los ojos. Espero que sientan la maravilla de tener un cachorro de león marino confiando lo suficiente en ellos como para permitirles jugar junto a él. Y quiero que sientan cómo su pecho explota de asombro y felicidad, apreciando la inmensa gratitud que proviene de ser testigos de estos momentos.
Y no quiero cruzarme de brazos y no hacer nada para que esto suceda.
Necesito que la gente se dé cuenta de lo peligroso que es cruzarse de brazos y ser indiferente.
Si mis nietos no llegan a conocer a los animales que existen hoy y alguna vez me preguntan qué hice para salvaguardar a las especies de las que solo escuchan en historias, quiero poder responder sin decepcionarlos.
A pesar de los desafíos abrumadores en el presente, hay innumerables personas tomando decisiones conscientes y actuando para proteger nuestro medio ambiente. No se dejen engañar pensando que si no está en las redes sociales, no está sucediendo.
Hay muchísimas personas siendo héroes en el anonimato, porque siempre somos más los buenos. Somos un ejército silencioso que, incluso sin conocernos, nuestra fuerza combinada es monumental.
Y lo vamos a lograr.
Y algún día, cuando este bebé ballena alcance el final de su largo viaje y parta de este mundo en paz, quiero que sepa que deja a sus descendientes en un mundo mucho consciente y saludable, no solo para su propia especie, sino para todos los seres vivos que habitamos este hermoso planeta azul.